Hagamos noticia

De entonces nudo y nudo, giro y otro, un resoplido. La música blanca inundaba el recinto, en un ir y venir sereno. Los mártires en su vida pueden haber sido los peores individuos, pero es el  momento en que fulminan su causa al momento de disipar por completo sus intereses vivientes, y con esto otras actividades ligadas a la vida per se es cuando se sella la imagen con la cual serán recordados y marcarán a los más cercanos con su simple “defunción” anotada en el documento del registro civil.

La premeditación habría sido vital, sin ella jamás habría cruzado finalmente el umbral hasta el último vértigo, hasta el último designio para cambiar su vida, y finalmente romper con todo lo establecido para su futuro. Habría sido mi gran vendetta, mi póstuma risa, victorioso cuerpo hinchado en terno, jamás habían lucido mejor los ojos desorbitados dignos de una risa psicótica, con la mandíbula a medio caer.

Si, para ese entonces cuando las vertebras estén rotas habré encontrado la satisfacción total en los segundos finales, en mis notas previas dando un discurso explicativo ligando personas entre si, como deberían hacerse las cosas referentes a mi o mis pertenencias. Habría echado la culpa de manera simplona, para dejar abierta la duda de motivos de trasfondo, dando un buen pasatiempo a los investigadores involucrados, en su labor bien inquisidora sobre lo acaecido para esos días.

Mira como me rio, como de mis cuencas vacías ruedan lágrimas de mi alegría sarcástica, de mi profeso fin. Entonces todas mis predicciones se habrían cumplido y ese último salto te lo habría dedicado a vos, con el concepto de vértigo, con todo lo que me instruiste para abandonar lo que pudo haber sido, en tu profundo fundamento de que no soy más que un resultado de lo peor en tu vida, debido a mis falencias y virtudes pútridas, quizás hasta entonces creas necesario publicar todo lo que te he escrito y sientas el placer final del repetir lo que ya has visto porque en tu torcido afán del placer encontrarás donde revolcarte, aunque eso involucre un montón de carne descompuesta a la cual adiestraste para morir.

Miré por la ventana, y me dejé caer, el resto es noticia.